miércoles, 1 de febrero de 2012

La tensa espera

Retomamos la cronología de los hechos después de la crónica de mi vuelta a los terrenos de juego.

Los días siguientes hasta la fecha de la ecografía se me hicieron interminables, y más aun gracias a mi capacidad para asustarme buscando información sobre la lesión en internet: vídeos, coemntarios,experiencias... vamos, una maravilla todo.



A pesar de todo ello, llega el viernes y me dirijo a la clínica con mis muletas y con toda la confianza del mundo después de la opinión del médico de la mutua.

Apenas pasan 15 minutos desde que estoy en la sala de espera y me hacen pasar. La consulta es pequeña y con una luz tenue. Dentro está el médico especialista y una enfermera que hace la veces de ayudante. Me tumbo en la camilla y me remango el pantalón del chándal. La crema conductora que me echan está fría, preludio de como me iba a quedar yo unos minutos después.

El doctor comienza la exploración y sin haber pasado ni un minuto ya tiene una decisión tomada. Llama a la enfermera y me ''utiliza'' de ejemplo y empieza a murmurar con ella y a comentarle su diagnóstico.

Me manda levantarme y me dice que ya le enviarán los resultado a los médicos de la mutua. A mi no me dicen nada, pero yo a pesar de saber lo que pasaba le pregunto que como estaba el tendón. Su respuesta fue: ''está roto y bien, además, se te está distendiendo cada vez más así que trata de apoyar lo menos posible, pero de todas formas ya te llamarán y te dirán algo más concretos los de la mutua''. Palidez y sudores fríos, esa fue mi respuesta ante las palabras del doctor. Me marché como alma en pena, un zombi caminando con muletas.

Llegué al coche y ahí romopí a llorar. No podía dar crédito a lo que me estaba sucediendo. Me dirigí a entrenar a los niños. Nada más entrar en el campo me preguntó el Vicepresidente que qué me habían dicho, y mi cara debió ser tal elocuente que él mismo se contestó. Tiré la muletas al suelo en un gesto de rabia y estuve todo el entrenamiento caminando encima del pie malo. Ya me daba todo igual.

Esa misma semana, el domingo, nos jugábamos gran parte del ascenso en Salvatierra, ante un rival directo. El resultado fue de 1-1, rompiéndose así nuestra racha de once victorias seguidas, aunque no obstante dimos por bueno ese resultado. Pero para colmo en el partido Nacho sufre una caída en mala postura y se lesiona, diagnóstico rotura del ligamento acromio-clavicular izquierdo, otra baja más para lo que resta de temporada.

Con esto se ponía punto y final a una semana negra, la cuál aun desconocía que sería la última de muchas dónde haría vida normal.

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