viernes, 3 de febrero de 2012

La confirmación

Llega el lunes con la incógnita de si me darán hoy los resultados oficiales de la ecografía del viernes.

El día discurre como otro cualquiera, por la mañana a la escuela de idiomas, comer en casa de la abuela, entrenamiento de los niños y luego quedo con Sole. Es precisamente cuando estando con ella recibo una llamada de un número desconocido. Atiendo al teléfono y me dicen que son de la mutua. Eran como las 20:15 y tenía pensado pasarme por el entrenamiento aún. Me preguntan si estaba por el centro y si podría pasarme por la clínica antes de las 20:30 que es cuando cierran, no me queda más remedio que decirle que si; dejo a Sole en casa a todo correr y para allá que me voy.

Estaciono el coche en la parada del Vitrasa y subo en el ascensor. Por mi cabeza pasa lo inevitable a pesar de que me lo quisiera seguir negando. Dentro de la mutua no hay nadie excpeto el señor mayor de gafas de recepción que me hace pasar directamente a la consulta. Ya dentro me atiende el Dr. Santín; sin mediar palabra me pregunta : ''¿qué haces mañana por la mañana?''. Ante tal pregunta me quedo unos segundos en blanco y respondo casi inconscientemente que nada. Su respuesta fue directa y concisa: '' Perfecto, mañana a las 7:30 estate en Concheiro para hacer el preoperatorio que te tenemos que operar el miécoles''.

Imagino que por lo sucedido el viernes mi reacción fue más bien de indiferencia. Acepte y asentí. Salí de allí como alma en pena. Me metí en el cochen y me dirigí al entrenamiento, no sin antes llamar a Sole y confirmarle mis sospechas. Una vez en Samil se lo conté a mis compañeros, aguantando malamente las lágrimas, a la vez que me enteraba de que a Nacho lo operaban al día siguiente.

Después de despedirme de mis compañeros me fui para casa, dónde se lo conté a mi padre, el cuál está curtido en mil batallas y de operaciones sabe un rato, de hecho el tuvo que dejar el fútbol como jugador a los 26 años por una lesión de rodilla. Me trató de animar y me explicó como iba a ser un poco todo el proceso.

No eran ni las 00:00 y ya estaba metido en cama, dándole vueltas a la cabeza, e intentando montarme una imagen mental de lo que se me venía encima. Todas mis previsiones se quedaron cortas.

1 comentario:

  1. Ánimo Marcos, seguro que te repones pronto de la lesión. Espero que la impotencia que sientes ahora se quede en una mera anécdota dentro de algún tiempo. Un abrazo.

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